-¿Puedes devolverme a mi amado Sigfrido?- dijo Krimilda-. Me temo que no puedes, asesino.Pero será la espada de Sigfrido la que te corte el cuello |
Sigfrido, que estaba saciando su sed, sintió el filo que lo traspasaba. Era algo nuevo:el dolor sin límites, el asombro |
-¿Hacen falta más pruebas- dijo Krimilda-que este anillo que re perteneció? Me lo trajo mi marido después de estar en tu alcoba |
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